TOP 10 Competencias clave necesarias para lograr Equipos de Alto Rendimiento

En base a los estudios sobre las características que determinan a los equipos de alto rendimiento y gracias a la experiencia que hemos acumulado con nuestro modelo Purpose & Return, hemos podido identificar, agrupar y clasificar secuencialmente las 10 competencias clave que son indispensables desarrollar y alinear para lograr formar Equipos de Alto Rendimiento. Lo compartimos a continuación:

  1. Cultura de Empresa, Sentimiento de Pertenencia y Compromiso

  2. Motivación, Energía y Proactividad

  3. Comunicación y Autoconfianza

  4. Respeto, Inclusión y Diversidad

  5. Cohesión y Confianza

  6. Organización en base a Objetivos y Productividad

  7. Toma de Decisiones, Reconocimiento y Autorrealización

  8. Creatividad e Innovación Out of the Box

  9. Liderazgo, Persuasión y Gestión de Personas

  10. Celebración de los éxitos y Recompensa para el equipo

1.    Cultura de Empresa, Sentimiento de Pertenencia y Compromiso

Cada empresa tiene su propia cultura, su misión y sus valores. Es indispensable que los intereses individuales de los empleados estén alineados con estas tres componentes.

Tanto para garantizar el buen funcionamiento estratégico corporativo como para asegurar la satisfacción profesional individual, resulta esencial que los empleados conozcan y se sientan identificados y comprometidos con la cultura de la empresa.

Este punto es una condición “sine qua non” para validar cualquier relación profesional de éxito entre empresa y empleado, pues el no cumplimiento de este punto imposibilita el cumplimiento de los siguientes puntos que conforman las características de los equipos de alto rendimiento.

Si los empleados están alineados y comparten la misma cultura misión y visión, se sienten parte del mismo equipo. El sentimiento de pertenecer a un equipo es fundamental para desarrollar una identidad común en la que queden muy claros los puntos que definen a cada equipo de trabajo y el impacto que cada miembro tiene dentro de él, es decir su valor y compromiso. El alto rendimiento y productividad sólo se alcanza cuando el compromiso es individual pero los integrantes del equipo tienen una visión global.

El sentimiento de pertenecer a un equipo, de ser valorado y de luchar conjuntamente por un objetivo, facilita que los trabajadores estén motivados, y favorece que trabajen más contentos, comprometidos y, por lo tanto, de manera más eficiente.

2.    Motivación, Energía y Proactividad

La motivación es el impulso mental que nos da la fuerza necesaria para iniciar la ejecución de una acción y para mantenernos en el camino adecuado para alcanzar un determinado fin. El contar con equipos de trabajo motivados genera una ventaja estratégica para la empresa, ya que cuenta con mucha más agilidad y efectividad a la hora de reaccionar, adaptarse, crear y cambiar dinámicas según los escenarios cambiantes y retos que presenta el mercado. Un equipo motivado cumplirá con las políticas de la organización, las responsabilidades y los objetivos de la empresa en el tiempo y forma establecidos, maximizando su eficiencia y productividad grupal e individual.

Por ejemplo, la motivación permite a la empresa diferenciarse en unos mercados cada vez más competitivos, haciéndola más flexible frente a las crisis, más dinámica frente a las exigencias de cambios, más innovadora para responder a las nuevas necesidades del mercado y más grata en su clima laboral.

La proactividad es una de las cualidades más valiosas de cualquier equipo y trabajador, ya que permite alcanzar objetivos más allá de los establecidos por la propia empresa. La proactividad es una de las principales características de los equipos de alto rendimiento y para conseguirla es indispensable que el equipo y sus miembros estén motivados.

Ser proactivo significa no esperar a que las cosas surjan para reaccionar a ellas (a lo que se denomina ser reactivo). La personas y equipos proactivos busca constantemente oportunidades, crean situaciones y tienen iniciativas nuevas siempre fijadas en sus objetivos; incluso reaccionando a lo que pasa dejando de lado su parte emocional para seguir con el enfoque y lograr lo que quieren conseguir.

 

3.    Comunicación y Autoconfianza

La comunicación se trata de un proceso dinámico en el que dos o más personas intercambian mensajes, y en muchas ocasiones es tan importante el mensaje que se quiere transmitir como la forma en que lo hacemos o el canal que elegimos para hacerlo. La comunicación puede ser verbal (oral o escrita) y/o no verbal, pero en cualquier caso debe seguir unas pautas para ser de calidad.

Una buena comunicación es esencial para la eficacia de cualquier grupo u organización, en cambio la mala comunicación es probablemente la causa más citada de conflictos entre personas. El valor de la comunicación nos ayuda a intercambiar de forma efectiva pensamientos, ideas y sentimientos con las personas que nos rodean, en un ambiente de cordialidad y buscando el enriquecimiento personal de ambas partes.

Además, las habilidades comunicativas y la autoconfianza tienen una simbiosis muy potente, tanto a nivel grupal como individual. Por un lado, desarrollar nuestras habilidades comunicativas (verbales y no verbales) nos permite transmitir nuestros mensajes con mayor autoconfianza, coherencia y credibilidad, ganándonos la confianza de los demás.

A la vez, por otro lado, desarrollar nuestra autoconfianza como grupo o individuo nos permite comunicar mostrando mayor seguridad y convencimiento hacia nuestros receptores, a los cuales nos interesa convencer con nuestros argumentos.

 

4.    Respeto, Inclusión y Diversidad

El respeto (del latín respectus, «atención» o «consideración») es la valoración que permite al ser humano reconocer, aceptar y apreciar las cualidades y derechos, tanto hacia nosotros mismos como hacia quienes nos rodean.

El respeto en el ámbito laboral crea un ambiente de seguridad y cordialidad; permite aceptar las limitaciones ajenas y reconocer sus virtudes; evita las ofensas y las ironías y no deja que la violencia o el abuso se conviertan en el medio para imponer criterios. El respeto conoce la autonomía de cada ser humano y acepta complacido el derecho a ser diferente. Una de las premisas más importantes sobre el respeto es que para ser respetado es necesario aprender a respetar.

El respeto mutuo permite la creación e integración de equipos diversos, haciendo trabajar de manera conjunta a personas de diferentes personalidades e intereses, que mostrando diferentes puntos de vista lleguen a conclusiones que no se alcanzarían con equipos homogéneos. Esto permite que equipo de trabajo y las personas que lo forman, sean capaces de abrir la mente y pensar en nuevas posibilidades que nunca habían barajado. Contar con perfiles diversos en una empresa favorece el surgimiento de oportunidades y también estimula la creación de nuevas perspectivas.

 

5.    Cohesión y Confianza

Un equipo cohesionado es aquél en que todos sus miembros comparten el objetivo con un enfoque común, lo aceptan como propio y luchan por conseguir los resultados deseados por todos por encima de sus intereses individuales.

Pues los equipos cohesionados obtienen mejores resultados que los que se alcanzan sumando resultados individuales. Para ello hay que estar predispuesto a escuchar y pensar por el bien del equipo por encima del propio.

La confianza resulta condición necesaria para conseguir la cohesión en un equipo de trabajo. Ésta se basa en crear un entorno de trabajo en el que los individuos pueden mostrarse de manera transparente frente a los demás, esto quiere decir que sus miembros se sienten respetados, valorados, con libertad para ser sinceros y, a la vez, conocen las habilidades de cada miembro, respetan los roles que cada uno tiene y saben ayudarse mutuamente, fundamental para alcanzar las metas marcadas.

 

6.    Organización en base a Objetivos y Productividad

Otro de los puntos clave del trabajo en equipo es que todos los miembros se organicen para conseguir las mismas metas. Por ese motivo, es muy importante definir los objetivos que se quieren alcanzar y cómo cada miembro o departamento puede contribuir a lograrlos a través de la ejecución de una serie de tareas organizadas que también se deben definir de manera detallada. Los miembros del equipo deben saber qué tareas les corresponden y cuáles son sus objetivos, de esta manera focalizarán tiempo y esfuerzo en conseguir el éxito y los resultados planteados. La organización y desarrollo de estas tareas individuales permitirá lograr los objetivos definidos por el grupo.

También es muy importante definir los recursos disponibles para lograr los objetivos. Cada miembro debe saber de qué recursos y medios dispone para realizar sus tareas. Ello permitirá desarrollar el proyecto con la productividad deseada en cada caso.

La productividad se define como la capacidad para alcanzar una meta con la inversión de recursos adecuada, es decir la relación entre lo producido y los medios empleados.  Es importante ir midiendo y analizando las actuaciones del grupo, para saber si las acciones que se están llevando a cabo, los recursos usados y las decisiones que se toman son las correctas para alcanzar el objetivo.

 

7.    Toma de Decisiones, Reconocimiento y Autorrealización

Todos los miembros del equipo deben involucrarse en la toma de decisiones importantes. Como más información tengamos y compartamos, mejor podremos contemplar y valorar todas las opciones posibles a la hora de tomar decisiones. Por eso, impulsar la generación de ideas y motivar a los empleados a compartir sus propias opiniones con el resto de miembros del equipo, contribuye a la toma de mejores decisiones.

Además, esto permite que el empleado se sienta mucho más valorado, de modo que su autorrealización, sentimiento de pertenencia y compromiso se vean reforzados y, con ello, también su sensación de éxito profesional. Todos necesitamos ser reconocidos y autorrealizados, es una cuestión innata del ser humano, desde nuestra infancia necesitamos cariño y respeto para sentirnos reconocidos y queridos. Los especialistas en educación establecen que dar el feedback adecuado a los niños sobre su comportamiento, reforzando los aspectos positivos, los avances y las cualidades favorecen su desarrollo y su autoestima. Cuando llegamos a adultos, el reconocimiento sigue siendo necesario, con nuestros familiares, amigos y como no, en nuestro ámbito laboral.

El reconocimiento laboral produce una satisfacción personal que hace que el trabajador sea más feliz desarrollando su trabajo y en su vida en general. Es la técnica clave para retener el talento, puesto que es importante que los trabajadores sepan que su trabajo es reconocido y que su aportación es necesaria para el éxito de la empresa, no saber apreciar la labor y el desempeño de nuestros trabajadores es darles un aliciente para que se busquen otra empresa donde sí se les reconozca.

 

8.    Creatividad e Innovación Out of the Box

La creatividad es la capacidad de una persona para generar nuevas ideas o conceptos. En el ambiente laboral sirve para mejorar la originalidad, flexibilidad, asumir riesgos y tolerar la ambigüedad. Por otra parte, la innovación es cómo un colaborador cambia elementos ya existentes, introduciendo novedades, con el fin de mejorarlos o aplica de manera exitosa ideas totalmente nuevas que surgen en el equipo. Como podemos ver ambas se necesitan una a otra.

Los equipos sólidos de media y larga duración, aunque pueden ser excelentes en todos los puntos mencionados anteriormente, pueden caer en la trampa de la recurrencia del “siempre lo mismo” y el dejar llevarse por la corriente norma de la rutina.

Sin embargo, el mercado siempre está en constante mejora y evolución y es necesario alejarse de lo rutinario del día a día para pensar “Out of the box”, creando e innovando para anticiparse a nuevas las necesidades del mercado.

En este mundo tan competitivo estamos obligados a crear e innovar, pensar de forma distinta para diferenciarnos, para llegar a soluciones alternativas que los demás no se atreven siquiera a vislumbrar, para innovar y para tener una mente más en forma, preparados para los retos venideros. Crear algo fuera de lo común, requiere de una cierta capacidad de juego, y de saber presentar una idea de una manera que nadie haya imaginado. La dificultad está en que la mayoría de las personas están acostumbradas a pensar dentro de los paradigmas, manteniendo los esquemas establecidos, y solo una mente ejercitada ya abierta puede lograr efectuar esto. Por eso es necesario trabajar con frecuencia la Creatividad e Innovación de los equipos.

 

9.    Liderazgo, Persuasión y Gestión de Personas

La palabra liderazgo define a una influencia que se ejerce sobre las personas y que permite incentivarlas para que trabajen en forma entusiasta por un objetivo común.

La persuasión es aquella habilidad que tienen las personas para transmitir ideas y que éstas sean difundidas por quien actúa como receptor de las mismas. Esto se traduce más efectivamente como la capacidad que tienen los seres de humanos a través de una relación, convencer a otros.

Actualmente los miembros de un mismo equipo trabajan, se ayudan y colaboran entre ellos para lograr los objetivos comunes, pues la mayoría de tareas requieren diferentes habilidades y conocimiento, o éstas son secuenciales de forma que no se pueden realizar unas sin las otras. En esta necesidad de coordinación entre los miembros es donde las habilidades de liderazgo resultan diferenciales para armonizar y articular el trabajo en equipo.

Por otro lado, un equipo a menudo necesita de acciones externas, de terceras personas o equipos, para el logro de los propios objetivos y plazos. En este caso las habilidades persuasivas juegan un gran papel, pues permiten convencer a agentes externos para realizar acciones favorables para los propios objetivos del equipo, que no tienen por qué coincidir con los objetivos del agente externo.

La gestión de personas es una habilidad que no tiene que ver con el liderazgo o la persuasión, pues muchas veces se trata de simplemente tejer las mejores relaciones posibles con la gente que nos rodea en el ámbito laboral o extralaboral: saber escuchar, compartir preocupaciones, ayudar, desvelar sentimientos, pedir consejo… Siempre podemos extraer o aportar algo bueno a la persona que tenemos delante i las buenas relaciones siempre son provechosas, a corto, medio y largo plazo.

 

10.  Celebración de los éxitos y Recompensa para el equipo

No todo es sacrificio y esfuerzo. Cuando llega la ocasión, el éxito, hay que celebrarlo. Pero no de cualquier manera, debe hacerse con la participación de todas las personas implicadas, como triunfo de equipo y con especial significación de las personas más implicadas en el logro.

La celebración recuerda el tipo de objetivos que la empresa se plantea y valora. Es importante que todo el equipo vea y no olvide cómo su trabajo ayuda a hacer que crezca la empresa, eso les inspira a seguir trabajando.

La celebración permite recompensar a todo el equipo y además, hacer mención especial a aquellas personas que han destacado por su implicación, esfuerzo o dedicación para la consecución del logro. De esta forma, además, se transmite a todos los trabajadores y colaboradores los tipos de comportamientos que la empresa valora.